miércoles, 29 de noviembre de 2017

Real Maestranza de Sevilla

Hacia 1760, la Real Maestranza de Caballería acometió la empresa de construir un edificio de fábrica, para sustituir a las plazas provisionales de madera que se habían levantado antes en el mismo emplazamiento. Se iniciaba así un proceso constructivo que se alargaría durante 120 años, cubriendo distintas fases y superando serias dificultades hasta concluir el cerramiento total en 1881.
Se pueden distinguir cuatro períodos constructivos desde que en 1730 se recibieran los privilegios reales para poder construir una plaza de toros.

1730-1761. LAS PLAZAS DE MADERA

1730.Tras la concesión por parte de Felipe V del privilegio de celebrar corridas de toros, la Real Maestranza decidió construir su propia plaza de toros en un sitio del Arenal próximo al actual emplazamiento entre el convento del Pópulo y el llamado monte del Baratillo; era de madera, rectangular, como la plaza de San Francisco, la plaza principal de Sevilla donde se celebraban los festejos públicos. De madera, contaba con balcones altos y bajos y andamios o gradas en el resto.

1733. Se desmonta la plaza primitiva para construir una nueva de madera, pero esta vez de forma redonda, ochavada, ya que la experiencia había demostrado lo peligroso que resultaba torear en esta plaza por sus cuatro vértices. Se comienza el rebaje del monte del Baratillo, y se levanta la plaza en este sitio convenientemente adecuado. Sus localidades eran similares a las del anterior coso, con balcones y cajones precedidos por un tarimón o gradillaje.
En agradecimiento, el Rey concedió importantes y decisivos privilegios a la Corporación, que desde ese 1739. Se levanta una tercera plaza, Sólo tenía balcones y andamiadas, más similar al coso actual, y disponía de cuatro puertas, además de la del toril.
1749. La Corporación comienza a construir una serie de dependencias, en cantería, adosadas a esta plaza de madera, como carnicerías, caballerizas y más tarde casas y almacenes, configurándose el futuro aspecto de la plaza, enmarcada por diversas construcciones.
1749. La Corporación comienza a construir una serie de dependencias, en cantería, adosadas a esta plaza de madera, como carnicerías, caballerizas y más tarde casas y almacenes, configurándose el futuro aspecto de la plaza, enmarcada por diversas construcciones.
1759. Se levanta una cuarta plaza de madera, que debía coincidir en su disposición con la anterior, desmontada en 1756 al prohibirse los toros en 1754, y que fue la que pervivió mientras se construía la de fábrica.
1761. Para acabar con los costes y complicaciones de una arquitectura efímera, la Real Maestranza comienza la construcción de la plaza de "material", según proyecto de Francisco Sánchez de Aragón. Se construyeron entre 1761 y 1762 tres ochavas (partes del hipotético polígono de 30 lados que conforman el edificio). En los últimos meses la dirección de las obras estuvo a cargo de Pedro de San Martín.
1763. Se inicia una segunda etapa, introduciendo variaciones sobre el plan inicial. Se aprueba el diseño original de la portada y el Balcón del Príncipe y la obra exterior, como la galería cubierta superior. Hasta 1766 se construyeron seis ochavas y media más, bajo la dirección de Pedro de San Martín. Etapa decisiva, pues se realizó el sector principal del edificio y quedó definida la parte sustancial de la imagen interna y externa de la plaza.
1766. Las obras quedan suspendidas por dificultades económicas durante 15 años.
1783. Última etapa constructiva del siglo XVIII, en la que se erigen dos ochavas más, con sus correspondientes balcones, tendidos y almacenes.

1785. Carlos III prohíbe las corridas de toros en todo el país. Comienza un período de 60 años en el que las obras de fábrica no avanzan. Los trabajos realizados se limitan a reparaciones en la parte que seguía siendo de madera y numerosos arreglos. Algunas reformas tuvieron incidencia en el posterior desarrollo del proyecto, como la posible reducción del ruedo en 1830, con la aparición de los burladeros en sustitución de los huecos que debía haber en la barrera. Esta reforma posiblemente dio lugar en el callejón a las localidades llamadas "cajones", primero de madera y luego de fábrica, que anteceden a las localidades que hoy se llaman de barrera.
La Real Plaza de Sevilla se distingue por un elemento singular, la irregularidad del trazado de su coso. Es conocido cómo los 120 años que duró su construcción (1761-1881) influyeron en las deformaciones que hoy presenta, así como en la variedad y calidad de los sistemas constructivos empleados. La etapa constructiva del siglo XVIII (1761-1785) se divide en dos fases diferenciadas.
En la primera (1761-1766) se lleva fielmente a cabo el plan de construcción inicialmente previsto por Francisco Sánchez de Aragón. Por el arco del ruedo que describe puede pertenecer a una plaza circular de treinta ochavas.
En la segunda etapa (1781-1785), sin embargo, comienza a deformarse el círculo al reducirse el ruedo para ajustarla al terreno disponible o para adaptar las dimensiones al toreo a pie que venía imponiéndose por aquellos años. De esta forma, Vicente de San Martín desplaza el centro del círculo describiendo desde este nuevo centro un círculo de radio más corto. El resultado es la conocida forma ovalada de su planta. Posteriormente, para ajustarse al ámbito de una plaza más pequeña, desplazará un nuevo centro intermedio, tal como se observa en los planos adjuntos.


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